Magia Solida

viernes, 10 de octubre de 2008

Cielo Razzo, una de las bandas que mas evolucionó en los últimos años, se prepara para dar otro paso trascendental en su carrera: el sábado 20 de septiembre tocará por primera vez en el Luna Park. En medio de los preparativos, Pablo Pino habló con Esquina Rock sobre el largo camino que recorrió junto a sus compañeros para llegar a este presente.

Aún en la profundidad de la melancolía en la que Cielo Razzo se viene moviendo desde hace un tiempo la magia sigue siendo sólida. Y esa solidez hizo que esta banda se convierta en uno de los valores mas preciados del rock nacional de la actualidad. Por lo tanto, tampoco debería sorprender su próximo desembarco en el Luna Park. Así es, los últimos referentes de la escena rosarina llegan al estadio de Bouchard y Madero para presentar “Grietas”, su más reciente producción lanzada en noviembre del 2007. Y no debería tomar desprevenido a nadie porque ya hace unos años que su carrera viene en curva ascendente: consumado el éxito en su Rosario natal pasaron a llenar Cemento, luego teatros y hasta el mismísimo “Templo del rock”. Lo más interesante es que este crecimiento sobrevivió a las mutaciones que experimentaron los músicos, algo que en otros casos atentó contra la fidelidad de los seguidores. Una de las características de Cielo Razzo es entorpecer el fácil encasillamiento a base de una propuesta donde no hay límites a la hora de componer, donde dar rienda suelta a la imaginación es lo que mejor sienta. Con las primeras repercusiones, los medios se empecinaron con emparentar su estilo al de Los Piojos, sobre todo por el uso de la percusión. Pero con el correr de los años, y de los discos, estos músicos supieron aprovechar el gran abanico de opciones que ofrece la música. Así fue como pasaron de un rock matizado con reggae y funk, entre otros, a canciones inundadas de melancolía, pero con una fuerza extraordinaria acentuada en sus últimos dos discos de estudio.
En algunos pasajes de “Marea” y “Grietas” parecen una banda con sonido internacional ¿Puede influir que pareciera que haya escacez de originalidad en el rock?
Lo que yo digo es que nosotros no somos grandes músicos, si bien yo tengo un pensamiento personal sobre cada músico de Cielo Razzo que no vale la pena que lo diga. Por mas que hace poco que llegamos acá hace mucho tiempo que estamos: la banda hace catorce años que esta tocando y escuchando, entonces es como que vas elaborando. Igual creo que falta mucho para llegar al sonido y a la madurez musical que todos tenemos en la cabeza, por una cuestión de que hay muchos que somos pocos estudiosos de la música, hay otros que si…Creo que no hay que comparar grupos que a lo mejor tienen menos tiempo sobre el escenario con grupos que tienen mas tiempo. Creo que básicamente pasa por ahí, hay un montón de grupos que de acá a un tiempo van a sonar diez mil veces mejor de lo que están sonando ahora. Yo confío en mis colegas. Igualmente aunque uno no lo vea, todo lo que está sonando tiene algo por lo cual la gente va a ver el show, porque tiene una conexión particular, porque el pibe se siente identificado de pies a cabeza con los chabones que tocan...Y también hay géneros, nosotros lo que siempre decimos es que no somos rockeros, si bien vos ves una banda de rock porque hay guitarra, batería, bajo, cantante y lo que es el rocanrol, a nosotros nos gusta hacer música y creo que la música es tan amplia que las influencias son infinitas, son muy grandes, entonces el espectro que manejamos es mayor que el de alguien que solo quiera hacer rocanrol, blues, reggae o ska…Creo que en la música no hay ni mejores ni peores, esta el hecho de tocar y la transmisión: Silvio Rodríguez con una guitarra te hace mover un estadio y hay gente que tiene una orquesta gigantesca y no te mueve. El tema es ver donde puede llegar el artista con su aparato o lo que este tocando, por lo menos yo lo veo así…

¿Puede ser que actualmente las bandas del Interior sean las mas innovadoras? Quizás por estar mas alejados de las presiones que puede haber en Buenos Aires...
No se si lo comparto…Charly es de acá. Lo que pasa es que al haber tanta gente que está en la música en Capital o en Buenos Aires cuando aparece uno de afuera lo miran todos, pero en realidad es uno que aparece. Yo creo que tenemos mucha similitud con un montón de grupos que están tocando acá, lo que pasa es que salta la ficha porque sos de Rosario, entonces capaz que le prestas un poco mas de atención y encontras otras cosas…Pero esta todo tan globalizado que lo que tenemos de Interior nosotros es que nos morfamos la “s” y en las canciones hasta capaz que se nota eso. Pero después hay una cuestión que engloba todo, la televisión y lo que pasa en las noticias lo vemos vos, yo, el pibe del norte, del sur, el quilombo que tenemos lo vemos todos...Si bien acá tenes una adrenalina, una cuestión de lima de cabeza que no existe tanto afuera, a medida que te alejas de Capital esa locura va drenando hasta que llegas a los pueblos. Pero no tengo la capacidad para darme cuenta si afuera se innova mas que acá. Acá se genera todo, eso es una realidad, montones de grupos nos abrieron las puertas para que vengamos con nuestros discos: Los Gatos, el Flaco, Fito, Charly, León, un poco mas adelante Cerati, el Indio...Toda esa gente nos entregó los discos, estuvieron tocando, después vino el vaciamiento total de cultura hasta que en los 90 apareció La Renga, Los Redondos mucho mas fuerte, Los Piojos, La Bersuit, en su momento Caballeros y seguramente me estoy olvidando de un montón. Ellos son los que le dieron la resurrección al rock, que en los 90 estuvo muy apagado hasta que llegó: “Soy el que nunca aprendió”. Por lo menos es lo que se vio y se mamó en el Interior, no se acá porque en esa época no veníamos a Buenos Aires. Nosotros somos como una especie de herederos de todo eso y quizás podamos influenciar a otra generación, o quizás hacemos el Luna y terminó ahí…Pero creo que hay bandas interesantes en todos lados, acá quizás están opacadas por todo el monstruo que es Buenos Aires, pero hay cosas muy grosas.
Hablemos de “Grietas”…
Nosotros lo vimos como el disco más conceptual de lo que quedó plasmado de la composición, si bien en ningún momento se dijo: “Vamos a buscar este resultado”. Trajimos las canciones y las primeras que cayeron fueron “De Caer” y “Televicio”, y esas más o menos nos marcaron un sendero que nos gustó y encaramos por ahí. Esas dos canciones fueron las que indicaron lo que iba a terminar siendo “Grietas”. En ese sentido nos parece el disco mas conceptual, por haber elegido las canciones en concepto de buscar canciones que tengan un cierto poder para nuestra cabeza y nuestra aptitud musical. Y otras más canciones, con otros movimientos. Pero sacamos los reggaes, la cosa mas funk y dejamos solamente un camino que veníamos tomando. Yo creo que “Luminoso”, “Marea”, “El refugio”, “Cableluz” podrían entrar. Buscamos mas para ese lado…
Eso te iba a decir: en “Marea” ya se notaba que apuntaban hacia ese lado…
Claro, en “Marea” ya se venía maquinando digamos. Se veía porque son cosas que todavía siguen siendo intuición e instinto nada más. Yo particularmente tengo ganar de decir: “Loco vamos a buscar este sonido, este movimiento, este color…” y hacer el disco desde cero. Quizás sea el próximo o quizás nunca tengamos la cabeza para hacerlo.
¿Puede haber un disco mas melancólico que “Grietas”? ¿Se puede seguir acentuando esta faceta?
Que se yo…Yo creo que en esta es la que mas nos gusta ahora, obviamente que después vas limando cosas, a medida que pasa el tiempo vas escuchando el disco y decís: “Acá podría haber mambeado con esto, o hacer este arreglo, podría haber cantado una piba o el “Pájaro” y no yo, o haber tocado la viola de otra manera, o agregarle teclado”. Por suerte la música es tan grande que te deja hacer lo que quieras pero la realidad es que no sabemos. Nos sentimos muy cómodos tocando estos temas y la energía que manejan estas canciones, que también las tienen muchas canciones viejas…
El disco iba a ser lanzando con una compañía y finalmente salió en forma independiente ¿Qué balance haces de esa experiencia?
Fue una experiencia: tuvo lo positivo y lo negativo. Yo creo que toda banda es independiente hasta que firma, después pasa un tiempo hay quien se siente cómodo en una compañía y hay quien no. Antes de sacar “Grietas” yo tenía una acides, una locura en la cabeza: ya teníamos el disco preparado y por cuestiones de la compañía, que menejan otras cosas, no lo podíamos sacar. A mi me parece bárbaro el tipo que nunca se asocia con nadie, creo que eso solo lo hicieron Los Redondos y después olvidate porque todos de alguna manera tuvieron su experiencia con compañía o sea asociaron con alguno para que la banda genere, puede hacer de esto un oficio y sea mas que un hobbie. La música por si sola es placentera: te sentas, compartís música, tocas, compones...Es placer absoluto sin nada, pero si te dedicaste a esto, si en lugar de decir me tengo que levantar a las ocho para entrar al taller o a la oficina decís me tengo que ir a las cuatro a ensayar eso ya es un garpe importante, el hecho de no estar pensando en otra cosa que no sea en música. A nosotros nos falta mucho para eso, mas allá de que yo esté dedicado cien por ciento a la música…En un principio estuvo muy bueno porque no nos tuvimos que preocupar para juntar la guita para la grabación del disco, ni por la distribución, ni por la difusión…Cuando todo eso funcionaba estaba todo bien, lo que nosotros queríamos era salir con el bondi de gira, tocar y no estar pensando en llamar al Norte para que nos lleven los discos y los distribuyan, estar viendo porque no llegaron, que carajo pasa…De eso te olvidas pero también te encontrás con el otro problema: nosotros íbamos a grabar el primer disco con la compañía, ellos se iban a encargar de buscar el productor, un lugar para grabarlo y se trabó, se trabó, se trabó y dijimos: “Bueno, hasta acá aguantamos”, y ahí nos dijeron: “Vayan tranquilos, sigan con la suya”. Y volvimos a la independencia. A mi ahora me gustaría quedarme así, al menos que aparezca uno que diga: “Loco, vos quedate tranquilo, hace música y olvidate de todo”, porque ahora tenemos quinientos cincuenta mil rollos de vuelta…Pero prefiero esto y no estar con el mambo de si puedo grabar un disco o si puedo tocar este tema porque le va a romper los huevos a aquel, entonces ahora hacemos lo que queremos como hicimos siempre y la idea es seguir así.
Luego de la consagración en Capital Federal (lease dos fechas en Obras), Cielo Razzo se propuso tantear la Provincia de Buenos Aires. Así fue como los músicos comenzaron a recorrer los barrios bonaerenses, en un principio presentando su primer registro en vivo, “Audiografía”, y después tocando las nuevas canciones. “Fue mucha gente. Estamos muy conformes con el hecho de que la gente te de la posibilidad de seguir haciendo lo que te gusta: que podamos salir en el bondi. Somos catorce chicos, o sea que le dan la posibilidad de trabajar a un montón de pibes, de amigos y de gente que hizo el oficio de asistente, iluminador, manager…A veces uno se mambea y no se da cuenta lo que está pasando: el que paga la entrada te está dando el aval de que sigas con lo mismo, es eso. Pero por suerte esta yendo mucha gente y eso nos da la pauta de que esta todo medianamente bien y que podemos seguir tocando y grabando discos”, cuenta Pino.
¿Hay algún lugar en particular que te haya sorprendido?
Una vez tocamos con los chicos de Las Pastillas y dijimos: “Va a haber gente porque tocan Las Pastillas y llevan mucha gente” ¡Y estaba hasta la verga! Había como 2 mil personas...Era un club en el conurbano al que nunca habíamos ido y estaba hasta los huevos. Y como ese show hubo un par que caes y, si bien uno siempre espera una cierta cantidad de gente o te dicen mas o menos, nos sorprendieron. En Castelar había como mil personas, hablábamos con los chicos y mil personas es un montón acá, en Nueva York, en Japón...Es mucha gente, mas allá de que haya gente que hace un estadio, pero son los menos. Que haya mil personas significa que hay un montón de gente que te escucha, te garpa la entrada, te compra un disco, escucha tu música en la casa, algo le estas dejando… Ahora que giraron por lugares donde no lo habían hecho y que son más conocidos
¿Sentís cambios con respecto a la gente?
No, no pasa naranja. Si el día del Luna Park vas caminando por donde está la cola, obviamente que te van a internar, te van volver loco…Esta todo bien, lo que pasa es que cuando ya son mas de diez no se puede hablar, cuando te agarras con cinco pibes no pasa nada, pero cuando ya lo único es: “Dame una foto, dame un autógrafo, dame una foto, dame un autógrafo”, decís: “Loco, si queres hablemos, contame de donde venís, que estas haciendo”…Ahí es donde te pega el mambo. Pero se acepta que es así, es una realidad. Seguramente lo habré hecho sin darme cuenta con alguien…Pero eso no pasa, por eso intentamos mantener una cuestión cercana con la gente cosa de que no te vean tan lejano para que cuando te vean por ahí no se te abalancen, se intenta manejar ese perfil que creo que es el que hay que manejar.
¿Y en Rosario?
En Rosario me dicen: “¿Qué hacés Pablito?”, yo contesto: “¿Cómo va loco?”. Lo intento tomar como que somos todos vecinos, como es todo mas chico, mas pequeño…Hace treinta años que vivo en el mismo barrio, la gente me conoce desde que era chico, entonces me ve y me dice: “¡Pablito te fue bárbaro!” “Sí, de primera. Fuimos a tocar allá”, “¿Hacen el Luna Park ahora?” “Sí!, Chau Nelly”, “¡Chau Pablito!”. Eso es lo lindo de quedarte, ya te junan y de alguna manera te resguardan en esa intimidad del barrio.
Otro paso firme es el que está por dar Cielo Razzo en su carrera. Luego de tocar en el escenario mas emblemático del rock nacional ahora llega el turno de presentarse en uno de los escenarios mas buscados por los rockeros para desplegar sus repertorios: el Luna Park. “Sino hubiese estado la gente de la productora no se si podríamos llegar nosotros solos como banda. Esto se da porque la productora confía en que va a andar bien, que la gente va a ir. Después de hacer los Obras y de sacar el disco lo lógico sería hacer la presentación porque si bien este disco lo tocamos en Provincia todavía no lo presentamos en Capital. Y las sensaciones son las mejores. Quizás por un lado un poco de sorongo, pero por otro lado el agradecimiento, el tratar de hacer lo mejor posible y que valga la pena llegar a tocar ahí”, se sinceriza el cantante.
Se especulaba con que iban a tocar antes en el Luna Park ¿Qué pasó que no se dio en ese momento?
Claro, sino me equivoco en Abril. Había una parte de mí que me decía: “No pelotudo, no van a tocar en abril”. Pero bueno, me dijeron decilo y lo dije…Se cayó porque no había la confianza necesaria o porque a los productores les parecía que no estaba todo dado como para hacerlo. Porque esto es así: todos los músicos laburamos con productores, hay músicos que no tienen la estructura para hacerlo. Te lo digo yo, pero el que no te lo diga también es así…Al ser independientes tuvimos que buscar un socio que nos diera una mano para este tipo de cosas. Por suerte cuando se terminó todo con la productora anterior apareció la productora nueva, Arena, que empieza a indagar un poco en lo que es el rock, a pesar de que hay gente que ya estuvo trabajando por ejemplo con Sumo.
Pasaron los teatros, pasó Obras, se viene el Luna Park ¿Es una locura pensar que la presentación del próximo disco sea en un estadio?
Yo creo que es una locura. Son cosas que si pasan, pasan. A veces quedas como un falluto pero la verdad es que a mi me parece mentira ser cantante de una banda. A mi siempre me gustó la música pero nunca pensé que iba a tener una banda, que iba a salir de gira, que iba a hacer Obras, que iba a hacer el Luna Park, que iba a hacer el Anfiteatro de Rosario…Se vuelve todo tan normal que perdés ese pico de locura que se tiene cuando sos mas pibe. Pero si tiene que venir el estadio, que venga. A lo que voy es que uno no es pelotudo y dice: “Un estadio, todo bien”. Uno entiende que eso significa que ya te metiste en la casa de la gente, que te dan el aval. Pero tampoco podes hacer un rollo de eso, no quiero terminar encerrado viviendo en un country ¡Dios quiera que no! La vida cotidiana me gusta y me apasiona mucho: mi pueblo, mi gente, mis amigos…Y si el estadio te va a sacar todo eso no se si lo quiero.
Con una sinceridad brutal Pablo Pino contestó la última pregunta. Y era de esperarse tal respuesta: a lo largo de toda la entrevista reinaron la humildad y la cordura, y es obvio que en el futuro inmediato hay objetivos importantes por cumplir (el debut en el Luna Park y seguir creciendo en el resto del país) como para desviar la atención en otras cosas. Además, queda claro que el apuro no es algo que caracterice a estos rosarinos, son mas bien cultores del paso a paso y, bajo esa filosofía, vienen dando los golpes en los momentos mas oportunos. Así van construyendo un crecimiento tan sólido como su magia.

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